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Paisaje

Ayuntamiento de Ardales  • ayuntamiento@ardales.es  • 952 458 087

Ayuntamiento de Ardales

Ayuntamiento de Ardales
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Paisaje

Ardales está al pie de una gran peña con ruinas de viejo castillo, en las cercanías del río Turón, a caballo entre las estribaciones norteñas de la Serranía de Ronda (sierra de Alcaparaín) y la depresión de Antequera (complejo de embalses del Guadalhorce). Y pese a que se ha querido enclavar este municipio en el Valle del Guadalhorce, no existe ningún argumento natural de peso que lo asimile a las características de aquella comarca.

Como todas la zonas de transición presenta un paisaje variado, al que aquí se unen singularidades muy particulares. Así, en la Sierra de la Pizarra (cubierta de bosquetes de pinos allí donde no aflora la roca), a la espectacularidad del Desfiladero de los Gaitanes, se une la singularidad de los Tafonis (especie de cuevas u oquedades en pequeños promontorios de arenisca) que el viajero puede contemplar en las proximidades de la carretera que va a desde el Desfiladero de los Gaitanes a la zona de los embalses, así como peculiares huellas de la acción del hombre que van desde las viviendas trogloditas hasta el embalse construido en la cima de las Mesas de Villaverde, pasando por la iglesia rupestre mozárabe de Bobastro excavada en la roca.

Al sur de Bobastro y desde el embalse que acabamos de mencionar, el paisaje lo configuran grandes lomas cubiertas de olivos y bosquetes de pinos que continúan por las sierras de Aguas y los Baños en los vecinos municipios de Álora y Carratraca, respectivamente.

Después de una pequeña llanada en cuesta en la que resalta la Peña de Ardales, el paisaje se hace de nuevo montaña en la Sierra de Alcaparaín. Allí, al pie de laderas escarpadas cubiertas de bosquetes de pinos, está el valle del río Turón por el que bajan las aguas de la Serranía desde Lifa y El Burgo. Y sobre el valle como guardián de la historia se levantan las ruinas del gran castillo del Turón, que en otro tiempo vigilara el tránsito entre la Serranía y el valle. Más allá de donde se levanta el castillo, los cerros siguen dominando el paisaje, unas veces cubiertos de olivar, otras de pinos y, allí donde hay, hondonadas de cereal. Campos de cereal que dominan el paisaje del norte del municipio, donde no llegan las aguas del embalse del Conde del Guadalhorce. Este embalse y especialmente la riberas cubiertas de pinares en la zona de Parque Ardales configuran uno de los parajes más atractivos del municipio.