Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Más información

Castillo de Turón

Ayuntamiento de Ardales  • ayuntamiento@ardales.es  • 952 458 087

Ayuntamiento de Ardales

Ayuntamiento de Ardales
Ayuntamiento de Ardales  • ayuntamiento@ardales.es  • 952 458 087
Castillo de Turón

A tres kilómetros de la Villa de Ardales, remontando el río Turón, o algunos de los carriles que suben por su margen izquierda, una vez cruzado el puente romano de La Molina, se asoma, desde lo alto de su montaña, una de las fortalezas medievales más desconocida de Málaga: el Castillo de Turón.

Mandada fortificar por Muhammad V en 1362, como fortaleza de frontera, desde ella se defendió el empuje castellano que se organizaba desde el Castillo de la Estrella en Teba. Siendo en una de las incursiones granadinas que partían de Turón, cuando mataron al escocés Sir James Douglas, que junto con siete caballeros y 20 escuderos, portaban el corazón del rey de Escocia Robert Bruce. Pretendiendo, con sus armaduras refulgentes y sus métodos tradicionales, hacer su propia cruzada contra el infiel. Aparte de esta anécdota, el castillo de Turón fue una fortificación extraordinaria, con dos puertas y un alcázar donde una torre de homenaje controlaba todo el valle. Más de diez torreones y una segunda muralla o barbacana, defendían un espolón calizo casi inexpugnable.

La fortaleza mantuvo su relación militar con los granadinos hasta 1433, cuando Gómez de Ribera “el Adelantado” toma Turón para los castellanos.

A partir de este cambio definitivo, el lugar se despuebla y rápidamente entra en decadencia, absorbida sus tierras y beneficios por la fortaleza de la Peña de Ardales, forma parte definitiva de su término municipal y de su escudo desde finales del siglo XV.

El visitante tendrá que acceder andando al castillo. Lo que puede parecer una ventaja para su conservación se ha convertido, a la larga, en un problema de deterioro. La vegetación y el olvido son sus peores enemigos. Esperemos que pronto nos sintamos satisfechos de una actuación que garantice su futuro.